Un Día a la Vez…
Mi Historia Parte 2
A raíz de mi diagnóstico en el 2006, empecé con varias medicinas con las cuales debía revisar mis ojos cada 6 meses debido a su toxicidad, esteroides para calmar mis ataques de dolor los cuales llegaban a durar 2 semanas sin que pudiera mover mis brazos o mover mis cobijas al ir a dormir. Al llegar a San José visite nuevos doctores los cuales determinaron que mi enfermedad había avanzado y ahora estaba entre moderada a severa y debíamos iniciar un nuevo tratamiento y medicinas las cuales eran inyecciones, “como dicen al que no quiere caldo se le dan dos tazas” siempre les he tenido miedo y recuerdo como las odiaba de niña, debía hacerlas 2 veces al mes, después de un ano mas o menos estas medicinas han dejado de funcionar y debemos empezar una nueva, tomo pastillas para que funcionen mejor por las cuales debo hacer exámenes de sangre cada 2 meses ya que pueden afectar mi hígado.
Debo decir que he vivido casi normalmente durante estos años, hago muchas de las actividades que otras mamas y mujeres hacen y cuando tengo mis ataques de dolor estos hacen que me mueva mas despacio en mis tareas pero después de descanso, medicinas para el dolor y esteroides todo vuelve a la normalidad.
Hace un año empecé a sentirme muy cansada y fatigada, así solo acabara de despertarme, empecé a ver una Dr. en Medicina Alternativa, ya que no querían darme mas medicinas para estar alerta con 2 niñas pequeñas, ella encontró mi cuerpo bastante desbalanceado y me receto alrededor de 15 suplementos los cuales debo tomar a diferentes horas del día todos los días.
Pienso que así seas consiente de tu enfermedad y trates de tenerla controlada muchas veces las carreras, tus obligaciones, colegios y el corre corre de cada día hacen que pierdas el control y orden de ellas, en muchas oportunidades me he sentido muy bien así que he dejado mis medicinas y suplementos pensando que puedo seguir sin ellos con la equivocación de que después de un mes o dos los ataques de dolor son cada vez mas intensos y duraderos.
Es difícil entender y aceptar que no eres como los demás en muchos aspectos y que no puedes hacer todo lo que los demás hacen como correr y saltar con tus hijas, usar sandalias en días fríos o caminar por largos periodos, levantar cosas pesadas o cargar a tus hijas cuando se quedan dormidas etc., pero muchas veces solo sientes la necesidad de hacerlo así el dolor y las consecuencias sean mayores luego.